Los incas crearon muchos trabajos bien elaborados, la mayoría fueron hechos de piedra, también de metales, como el oro y la plata y la madera. Sus temas utilizados eran figuras antropomorfas, zoomorfas y fitomorfas con tamaños que podían llegar a tamaño real o miniaturas.
Los keros fueron vasos ceremoniales polícromos (de varios colores). Si bien antes se hacían de arcilla, durante el Tahuantinsuyo se fabricaron de madera de chachacomo o de cedro, al que se le atribuían propiedades mágicas. Estos vasos tenían una base angosta, una cintura aún más estrecha y una boca muy abierta. Algunos de ellos eran escultóricos (tenían en la boca una figura humana o animal).
Muchos representaban escenas diversas, como hechos militares, alianzas políticas, rituales o simples escenas de la vida cotidiana. Otros, solo mostraban en su diseño figuras geométricas. Por su forma y su alto sentido decorativo, se deduce que el kero fue utilizado por las culturas preincaicas (Mochica y Chimú, pueblos eminentemente ceramistas), pero definido y reafirmado en su imagen en la cultura Tiahuanaco.
Este tipo de vasijas cobró tal importancia que su fabricación siguió luego de la conquista española, pues la élite cusqueña tuvo que usar los keros para reemplazar sus vasijas de oro y plata. Su valor pictórico ha sido muy apreciado, ya que funcionó en muchas ocasiones como registro histórico.hEs un vaso ceremonial, utilizado por los incas para beber alcohol o chicha fermentada.